miércoles, octubre 13, 2004

hay que valorar dia a dia lo nuestro...

Todo comenzó en septiembre del año de 2003 cuando un amigo mío, juanito, llegó de su largo viaje de intercambio de España. Se fue con el pelo corto, con su camisa metida y sus cosas muy en orden. Mi primera impresión al llegar y verlo, fue ver llegar un hippie, aunque no los conocí en su pleno auge, sé que son greñudos, sucios y no les importa nada. Este man llegó con un tufo de diablos gracias a su parada de emergencia en las islas Azores, (para los que no sabe las islas Azores quedan en Portugal) y fue testigo de una reunión muy importante donde el actual presidente de los Estados Unidos George Bush, el expresidente de gobierno Español José Maria Aznar y el primer ministro Británico, Tony Blair, se reunieron para comentar los pormenores de la guerra de Irak. Verano, sol y playa para discutir por petróleo, la mejor combinación.
En ese momento me impresionó mucho, ya que Guillo, como le decimos, era un man muy recto y todo lo que estaba fuera de su orden estaba mal. Al estar hablando en el carro, me comentó mucho respecto a la calidad de vida que hay en Europa y la cantidad de posibilidades que él tuvo para viajar, que no se arrepentía de nada, todo fue un sueño que volvería a realizar. La inquietud de viajar era muy grande, así que comencé a hacer mis vueltas con mi mejor amiga para irnos a Salamanca, la ciudad de la cultura europea de 2003. Suena bien ¿verdad?
Todo salió muy bien, el tiquete, las cartas de aceptación de la universidad. No le podía pedir más a la vida y necesitaba ese cambio importante, ya que nada en este país me hacía sonreír. Estaba mamado de Bogotá por todo. Por el arribismo de las personas que se hacen ricas de un día para otro y por la falta de conciencia ciudadana de los bogotanos, en los que me incluyo, ya al final me importaba cinco botar un papel al suelo.
El 24 de enero del 2004 cogí mis corotos, pero es imposible que la vida de uno quepa en dos maletas. Llevaba ropa de invierno y mucha de verano, siempre pensando que que mamera de país este, me largo por que me largo, no vuelvo ni de fundas....
Fue una despedida dura ya que soy el menor de 3 hermanos y el primero que salía de casa tanto tiempo. Me iba 6 meses a otro continente sin familia y sin hotel mamá. Como bien dicen, uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde. Llegué a Barajas muy desubicado, empezando por el descuadre de horario (las seis horas de diferencia), y el viaje que arranca de noche en Colombia y llega de día a España. ¡Que buen totazo!Llegué a Madrid creyendo lo fuerte y lo bien que iba hacer mi tarea de representar a un país que no quería, pero sabiendo que en Colombia estaban mis raíces y mis cosas. Cada día que pasaba creía que estaba en uno de los viajes que hago con mi familia cada diciembre, pero chino, ¡a poner los pies en la tierra! Me di cuenta y sabía que no iba a ver a las personas que amaba hasta que volviera a mi país. Ahora la vida iba por cuenta propia y si no me lavaba la ropa, nadie lo iba hacer por mi, y si estaba enfermo a quejarme con la pared, ya que no esta mamá ni papá ayudando y dando sus características frases de aliento, “mijo, adelante, ni un paso atrás” o “¿qué te duele? ¿estás bien?”. No viejo, olvídese que iban a estar sus amigos esperándolo para hablar de su nueva novia o salir a echar lora. No viejo, esto ya era usted contra usted y meterle ganas a la vida, o si no, se lo lleva el que lo trajo.
Comencé a conocer las medidas de jabón para lavar la ropa, a lavar platos después de la comida y a cuidarme los guayabos solo, y pues no hay nada más harto que tomarse algo con gente que uno no conoce. A las 2 semanas de estar en Salamanca, conseguí trabajo como locutor con mi propio programa en la emisora de la universidad, en “Radio Universidad”. Mi programa iba de 8 a 8:30 de la noche los viernes. Pues qué felicidad, lo que no pude conseguir en 4 años de carrera, lo conseguí gracias al amor que le tengo a la radio y pues obviamente al acento del colombiano, pues no hay nada más neutro que el acento de un cachaco. Ahí comencé a ver que mi país no era tan porquería como lo pensaba cuando me fui. Supe que nuestro acento es uno de los más cotizados del habla hispana, mi felicidad era muy grande, ya que sin decidirlo tenía el acento perfecto para mi trabajo. Pero la felicidad no era completa. Llegué a mi apartamento cansado, solo, y a contarle mi felicidad a la almohada, y así se lo contara a todo el mundo, sabía que nadie me iba a entender como me entendería mi gente, lo mío, mi país, todo!!!
En clases, no faltaba el chiste de algún otro latinoamericano: oiga, ¿trajo algo para vender? En ese momento se prendía algo en mi alma que no entendía, era como si le pegaran a la mamá de uno, ¡no joda! Es un sentimiento que se describe como dolor de patria, y ahí comencé a sacarles en cara muchas cosas de mi país que no tenía ninguno, como la entrada a los dos océanos, o su tan renombrado café; son tantas, que simplemente, viejo, en 5 minutos le acabo con el país que pongan.
Ahora los días pasaban, pero con otra perspectiva respecto a mi país. Tenía ganas de llegar a mi país a verlo y aprovecharlo, a disfrutar cada momento con mi familia, con mis amigos, y esta familia tan grande que somos los colombianos. En cualquier país del mundo se encuentra un colombiano, ya sea el dueño de una empresa o el de los tintos, pero se encuentra y no va a dar con el primero que esté fuera de su tierra que hable mal de ella. Consejo y una lección: pongámonos a trabajar y a criticar menos, que usted no sea el caso que para amar a su país tenga que irse. Comience por algo tan pequeño como sonreír y admirar lo nuestro, sea COLOMBIANO.
No llegué echo un hippie, ni tampoco desgualetado, llegué más bien igualito, más mechudo, pero con las ideas claras de lo que quiero: trabajar en mi país, amarlo, mejorarlo, para hacerle ver no tanto al extranjero sino al mismo colombiano, que acá se puede. Levántese cada mañana con una meta para mejorar su ciudad y su país, reflexione y verá que se puede. Ahora se los digo: me mamé que no creamos en lo nuestro.

1 comentario:

Sinco dijo...

Muy bonito! sinceramente me tocó el alma, solo un detalle... coloque el autor, no se aprovexe del talento de los demas.. mano!! jejeje
besitos!